Cómo puede observarse, aunque la canción está firmada por él, DJ Khaled no rapea ni canta una sola línea de la misma.
¿Se limita únicamente a producir el beat?
Tampoco. Los créditos de la canción revelan que sus productores son Bkorn, Lee On the Beats, LDB.
Simplemente vocifera su nombre, levanta los brazos ante la cámara, promociona su línea de auriculares y, en el vídeo, agradece la lealtad de una amiga regalandole fajos de billetes.
Pero, ¿solo con esto ya le basta?
DJ Khaled es una figura única en el hip-hop actual. Un tipo capaz de firmar un mega-hit ( Hold You Down tiene más de 146 millones de visionados en YouTube) sin tener que demostrar ningún talento artístico.
Alguien que lleva una cerca una década instalado en el olimpo de la industria rap sin que la mayoría del público tenga demasiado claro qué ha hecho para llegar ahí.
Sin embargo, su posición actual no es casual.
I. Radios piratas, fiestas y un huracán
Khaled bin Abdul Khaled nació hace 40 años en Nueva Orleans hijo de inmigrantes palestinos. Muy pronto supo que quería formar parte de la industria de la música.
En 1993, trabajando en una tienda de discos de su ciudad, asistió al primer encuentro entre Birdman, futuro fundador de Cash Money Records, y Lil Wayne, por entonces un niño prodigio de tan solo 11 años. “Estaba ahí cuando Birdman le fichó”, decía recientemente Khaled a Complex. Una escena que sería una premonición de su capacidad para estar siempre rodeado de la gente adecuada.
Empezó a pinchar cuando su familia se mudó a Florida, y los problemas económicos de sus padres le motivaron para tomarse en serio la música.
“Imagina que tu familia finalmente consigue pasar de la nada a tener algo, finalmente pudiendo comprar una bonita casa y cuidar de sus hijos, y, al día siguiente, todo se ha ido (en este caso, por problemas con hacienda). Cero. Totalmente arruinados. Así que en este momento tuve que madurar. Desde ese día tuve que tomar una decisión: ¿quiero ser un vagabundo o quiero seguir con mi carrera musical?”, decía en la misma entrevista.
Más adelante, el optimismo y la auto-superación se convertirían en su imagen de marca. Pero lo que hizo entonces fue mudarse a Miami y empezar su transformación en DJ Khaled.
Pasó años emitiendo siete días a la semana a través de emisoras piratas de la ciudad. Al mismo tiempo organizaba fiestas, que promocionaba él mismo repartiendo flyers por la calle.
A finales de los noventa, el trabajo dio sus frutos y su carrera radiofónica empezó a despegar. En 2003 consiguió un programa en una de las principales cadenas radiofónicas de Miami, lo que le permitió establecer conexiones con pesos pesados de la escena local como Rick Ross, Pitbull, and Trick Daddy.
Y entonces recibió el espaldarazo de un socio inesperado: el Huracán Katrina. En 2005, a consecuencia del impacto del huracán sobre Nueva Orleans, el sello Cash Money se trasladó a Miami. Ello permitió que Khaled retomara su relación con Birdman, Lil Wayne y un por entonces recién llegado Drake.
Si el dinero atrae más dinero, las amistades poderosas atraen a más amistades poderosas.
Cuando en 2006 Khaled editó su álbum de debut, la lista de colaboradores fue de impresión. En Listennn... the Album participaron desde Lil Wayne a Kanye West, de Young Jeezy a Rick Ross, y de John Legend a Jadakiss, entre muchísimos otros.
Fue un disco de club-rap notable, que se benefició de la efervescencia que vivía el sonido Miami en ese momento gracias a la aparición de productores como Cool & Dre o the Runners. Khaled, por su parte, solo constaba como productor de 3 de los 17 cortes.
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